CIE11: Desafíos de cambiar de sistema de clasificación
La CIE-11 es la undécima revisión de la clasificación internacional de enfermedades y problemas de salud relacionados, desarrollada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). A diferencia de su predecesora, la CIE-11 ha sido diseñada para ser completamente digital y más adaptable a las necesidades de la salud moderna. Incluye nuevas categorías para condiciones como la resistencia antimicrobiana, trastornos de juegos y medicina tradicional, y ofrece una mayor granularidad y flexibilidad en la codificación.
En este artículo de nuestra web, ya repasamos cuando se publicó la CIE-11 los cambios más significativos que suponía en comparación con la CIE-10: https://www.sigesa.com/y-en-el-horizonte-cie-11/
Entrada en vigor
La CIE-11 entró en vigor para la notificación de la mortalidad y la morbilidad a nivel internacional el 1 de enero de 2022, pero su implementación en general se está llevando a cabo de manera progresiva, con un calendario muy diferente según el país. En países como España, Alemania o EEUU por ejemplo, todavía no hay fecha de entrada en vigor oficial y no se espera en ningún caso que sea antes de 2029. Sin embargo, en otros países ya se han hecho pilotajes y su entrada en vigor será mucho más rápida.
Avances en América Latina
De momento el país que más interés ha mostrado en iniciar el proceso de cambio es Colombia. En una primera instancia habían establecido que el cambio total debía ocurrir en el plazo de un año, pero al acercarse a la fecha límite, extendieron ese plazo a 36 meses, ya que en el transcurso del año se determinó que, dado que los cambios son muy importantes respecto de la CIE10, los Hospitales y Clínicas no estaban preparados para asumir el cambio. El resto de países de América Latina que trabajan con GRD y que codifican utilizando la CIE10, no se están planteando de momento (en conocimiento de Sigesa) hacer el cambio en el corto plazo.
En países como Chile, donde la codificación está vinculada al uso de GRD, que a su vez se utiliza como mecanismo de pago, solo se ha incursionado en comenzar a hacer cursos de codificación, de cara a iniciar un proceso de preparación, entendiendo que para este país el impacto será potencialmente aún mayor, por lo que es de suma importancia hacer el cambio de forma paulatina, en fases y teniendo en cuenta todos los puntos mencionados en este artículo.
Desafíos Clave en la Transición
Para las instituciones hospitalarias, este cambio no es meramente una actualización de códigos, sino un desafío multifacético que abarca desde la infraestructura tecnológica hasta la capacitación del personal, con implicaciones significativas en la eficiencia operativa, la calidad de la atención y la investigación.
Por ello, en países como Colombia, donde existen ya fechas de entrada en vigor de la nueva clasificación, es importante que las organizaciones sanitarias vayan tomando conciencia de los cambios que implica y que los proveedores de tecnología, como Sigesa, tengan ya adaptados sus sistemas a la CIE-11, para garantizar un correcto acompañamiento a sus clientes en la transición.
A continuación detallamos cuales son los principales desafíos a los que se enfrentan las instituciones sanitarias, y qué medidas se deben tomar:
El primer y quizás más evidente desafío es la adaptación de los sistemas de información hospitalarios (HIS). La CIE-11 es una clasificación inherentemente digital y requiere plataformas tecnológicas robustas y actualizadas. Muchos hospitales aún operan con sistemas heredados que pueden no ser totalmente compatibles con la estructura y los requisitos de la CIE-11, sin contar aquellas instituciones que al día de hoy mantienen registros en papel.
- Actualización de software: Los HIS, los sistemas de gestión de registros médicos electrónicos y los sistemas de facturación, así como sistemas de codificación clínica o análisis de la información deben ser actualizados o reemplazados para integrar los nuevos códigos y la lógica de codificación de la CIE-11.
- Interoperabilidad: La capacidad de los diferentes sistemas para comunicarse y compartir datos de manera fluida es fundamental. La CIE-11 fomenta una mayor interoperabilidad, pero lograrla en un entorno hospitalario complejo es un reto significativo.
- Seguridad de los datos: Con una mayor digitalización, la seguridad y la privacidad de los datos de los pacientes se vuelven aún más críticas. Los hospitales deben invertir en soluciones de ciberseguridad robustas para proteger la información sensible.
La transición a la CIE-11 no es solo un cambio técnico, sino también un cambio en la forma en que el personal de salud piensa y registra la información. Esto requiere una inversión significativa en capacitación.
- Codificadores y personal médico: Los codificadores, que son el corazón del proceso de clasificación, necesitarán una formación exhaustiva sobre la nueva estructura, los códigos y las reglas de codificación de la CIE-11. Los médicos también deberán familiarizarse con la importancia de una documentación clínica más precisa y detallada, ya que esto impactará directamente la calidad de la codificación.
- Gestión del cambio: Superar la resistencia al cambio y fomentar una cultura de aprendizaje continuo es esencial. La comunicación clara sobre los beneficios de la CIE-11 y el apoyo constante al personal durante la transición son cruciales.
La implementación de la CIE-11 conlleva costos considerables que los hospitales deben planificar y gestionar.
- Costos de inversión: Incluyen la adquisición de nuevos softwares, la actualización de hardware, la capacitación del personal y, potencialmente, la contratación de consultores especializados.
- Productividad inicial reducida: Durante la fase de transición, es probable que la productividad de los codificadores disminuya temporalmente mientras se adaptan a los nuevos sistemas y reglas. Esto puede afectar los ciclos de facturación y los ingresos.
- Asignación de recursos: Los hospitales deben asignar recursos adecuados (financieros, humanos y tecnológicos) para garantizar una transición fluida y exitosa.
La precisión en la codificación es vital para la calidad de los datos de salud y para los procesos de facturación y reembolso.
- Errores de codificación: Los errores iniciales en la codificación pueden llevar a datos inexactos, lo que afecta la calidad de la investigación, la planificación de la salud pública y la asignación de recursos. También pueden resultar en denegaciones de reclamos y pérdidas de ingresos.
- Impacto en los ingresos: Los sistemas de reembolso se basan en la codificación de diagnósticos y procedimientos. Cualquier interrupción o inexactitud durante la transición puede tener un impacto directo en la sostenibilidad financiera del hospital.
- Monitoreo y auditoría: Es fundamental establecer mecanismos de monitoreo y auditoría continuos para identificar y corregir errores de codificación en las primeras etapas y asegurar la integridad de los datos.
Estrategias para una transición exitosa
Para mitigar estos desafíos, los hospitales pueden adoptar varias estrategias:
- Planificación detallada: Desarrollar un plan de implementación integral que abarque todas las fases de la transición, desde la evaluación inicial de las necesidades hasta la implementación y el monitoreo post-lanzamiento.
- Formación integral y continua: Invertir en programas de capacitación robustos y continuos para todo el personal involucrado, utilizando una variedad de métodos de aprendizaje (online, presencial, simulaciones).
- Colaboración interdepartamental: Fomentar la colaboración entre los departamentos de TI, codificación, administración clínica, finanzas y dirección para asegurar una comunicación fluida y la resolución conjunta de problemas. Es importante así mismo contar con una estrecha colaboración con los proveedores de tecnología, para garantizar que sus herramientas están preparadas con anticipación y que colaboran en el proceso de transición.
- Pruebas rigurosas: Realizar pruebas exhaustivas de los nuevos sistemas y procesos antes de la implementación completa para identificar y corregir posibles problemas.
- Comunicación efectiva: Mantener a todo el personal informado sobre el progreso de la transición, los beneficios de la CIE-11 y los recursos disponibles para apoyar el cambio.
- Fase piloto: Considerar la implementación de la CIE-11 en una unidad o departamento piloto antes de la implementación a gran escala para aprender lecciones y ajustar el plan.
Conclusión
La transición de la CIE-10 a la CIE-11 es una inversión significativa pero necesaria para el futuro de la gestión hospitalaria. Si bien los desafíos son considerables, una planificación cuidadosa, una inversión estratégica en tecnología y capacitación, y un enfoque proactivo en la gestión del cambio permitirán a los hospitales no solo superar las dificultades, sino también maximizar los beneficios que la CIE-11 ofrece en términos de datos de salud más precisos y una gestión más eficiente de los recursos. La estrecha colaboración con los proveedores de tecnología será también clave en esta transición.
